Sobre un tejado de una vivienda entre medianeras de 184 m2 se construye una nueva residencia de unos 90 m2.

Se plantea la nueva volumetría con una cubierta abovedada en toda la anchura de la parcela, enmarcando longitudinalmente una terraza a cara norte con fachada a la calle y un porche con orientación sur encarada al jardín de la parcela y a unas vistas de toda la ciudad.

La distribución interior se desarrolla dentro de la continuidad de un espacio diáfano caracterizado por la sucesión de los 23 pórticos estructurales que conforman la cubierta. La parte superior de los tabiques queda abierta al espacio central de sala-comedor, para mostrar esa unidad del volúmen. El despacho situado detrás de la caja de ascensor es el único ámbito que queda aislado de este espacio continuo.

El acabado exterior de la cubierta, se realiza de chapa metálica de la cubierta corrige la pendiente máxima autorizable por la normativa urbanística de la zona.

Es un proyecto realizado por completo con madera, cocina, carpinterías exteriores e interiores, incluso porches exteriores, todas ellas con acabados suaves y combinadas con alguna zona en cerámica o acabados en blanco. El resultado es un oasis calmado con panorámicas a Barcelona.